Medicina Preventiva del Manejo del Envejecimiento para medicos y profesionales de la salud en español

Optimización hormonal, nutrición, nutracéuticos, ejercicio, control del estrés, entrenamiento cerebral, desintoxicación, control longitudinal de la salud y biomarcadores de longevidad … Todos ellos son enfoques diferentes para un envejecimiento saludable y funcional. Todos ellos interactúan con los demás. El declive hormonal a lo largo de la vida provoca una cantidad conocida de signos y síntomas que coincide con los signos y síntomas del proceso de envejecimiento; fatiga, baja vitalidad, mente nublada, pérdida de masa corporal magra, pérdida de densidad ósea, aumento de la grasa corporal, pérdida de la libido y función sexual … Es bien sabido que la optimización hormonal revierte la mayoría de estos signos y síntomas. Por otro lado, el nivel de aptitud física se correlaciona con la morbimortalidad y la longevidad. El nivel de condición física disminuye a lo largo de la vida debido al proceso de envejecimiento, pero sabemos que con un programa de ejercicios adecuado, es posible mantener la condición física en los niveles de nuestra juventud. Pero la optimización hormonal es necesaria, para la mayoría de nuestros pacientes, para realizar un programa de ejercicios adecuado. En esta conferencia, veremos las últimas publicaciones sobre los efectos de la optimización de las hormonas principales en los biomarcadores de aptitud física y su relación con la salud y la longevidad.

Hormonal optimization, nutrition, nutraceuticals, exercise, stress control, brain training, detox, longitudinal control of health and longevity biomarkers… All of them are different approaches for a healthy and functional aging. All of them interact with the others. The hormonal decline through life provokes a known amount of signs and symptoms that matches with the signs and symptoms of the aging process; fatigue, low vitality, foggy mind, loss of lean body mass, loss of bone density, increase of body fat, loss of libido and sexual function. It is well known that hormonal optimization reverses most of these signs and symptoms. On the other hand, the physical fitness level correlates with morbimortality and longevity. The physical fitness level declines through life due to the aging process but we know that with a proper exercise program, it is possible to maintain physical fitness on youthful levels. But hormonal optimization is needed for most of our patients to do a proper exercise program. In this lecture we will have a look at the latest publications about the effects of optimization of the main hormones on physical fitness biomarkers and their relation with health and longevity.

Ángel Durántez, M.D., Ph.D.

Con estos antecedentes, vengo a contarles algunas de las lecciones que he aprendido sobre el bienestar y la atención médica. Esta conferencia general se centrará en la dieta, el sueño, el ejercicio, la consistencia en las rutinas de la vida, incluidas las hormonas, y la conexión significativa con los demás como piedras angulares del bienestar. La dieta estadounidense es responsable de muchas de las condiciones de salud que el sistema médico estadounidense paga en gran medida por tratar. Te mostraré lo que me hizo después de seis meses en Estados Unidos. También discutiré cómo la medicina convencional decepcionó a muchas mujeres. Reemplazo hormonal después de considerar la menopausia, “dar a las mujeres cáncer de mama” sobre la base de datos erróneos de reemplazo hormonal no bioidéntico. Podemos hacerlo mejor con una evaluación cuidadosa del riesgo y el beneficio individual. Desde la perimenopausia hasta la menopausia, a medida que caen las hormonas de las mujeres, debemos mantener sus niveles fisiológicos normales y prevenir los cambios metabólicos que ocurren debido a la pérdida de estrógeno. Mantener niveles normales de hormonas saludables puede agregar calidad de vida, pero el manejo no es simple. La ruta, la dosis, los mecanismos de administración implican una decisión reflexiva e individualizada entre el médico y un paciente educado.

With this background I come to you to tell you some of the lessons I’ve learned about wellness and health care. This general lecture will focus on Diet, Sleep, Exercise, consistency in life routines including hormones, and meaningful connection to others as cornerstones of wellness. The American Diet is responsible for many of the health conditions that the American medical system pays heavily to treat. I’ll show you what it did to me after six months in America. I will also discuss how conventional medicine let down many women. Hormone replacement after menopause was considered, “giving women breast cancer” based on flawed data from non-bioidentical hormone replacement. We can do better with careful assessment of risk and individual benefit. From the perimenopause to the menopause, as women’s hormones fall, we should maintain their normal physiological levels and prevent the metabolic changes that happen due to estrogen loss. Maintaining normal healthy hormone levels can add quality of life, but the management is not simple. The route, the dose, the mechanics of administration all involve thoughtful, individualized decisions between doctor and an educated patient.

Beatriz Rodriguez Olson, M.D., FACP

El estrés es definido como “Un estado disarmónico o de compromiso de la homeostasis fisiológica,” esto es, del equilibrio del medio interno. Es una condición que desencadena un fenómeno biológico específico que es la “respuesta adaptativa al estrés.” La respuesta al estrés fue diseñada para mantenernos con vida ante un desafío fisiológico o ante una amenaza, sin embargo, la excesiva, prolongada o inadecuada regulación de esta respuesta al estrés va a suponer consecuencias para la salud. Hay dos términos importantes que es necesario conocer en relación a la respuesta al estrés: (1) Homeostasis: que es el estado fisiológico de balance que es sensible a una variedad de estresores tanto intrínsecos como extrínsecos (reales o percibidos); (2) Alostasis: es la vuelta a la estabilidad tras el cambio o tras la reacción al estrés. La existencia de ambos fenómenos, la homeostasis y la alostasis, precisan de la existencia de una reserva metabólica (vitaminas, minerales, aminoácidos, neuroesterorides, etc) que va a apoyar al organismo para que tenga una mayor resiliencia fisiológica. Un fallo en la alostasis, puede desencadenar un agotamiento de las reservas metabólicas pues, como decíamos, la respuesta al estrés, mueve recursos y cambia la función metabólica para hacer frente a la demanda actual de supervivencia, con el coste de reducir el almacén de material que puede provocar una disfunción metabólica en el largo plazo, sobre todo, si el estrés se cronifica y acaba agotando todas las reservas de los tejidos. Estas disfunciones metabólicas, que se manifiestan en forma de enfermedades crónicas, se producen porque los recursos metabólicos que se han movilizado para hacer frente a la crisis, son controladas por las mismas vías metabólicas que se usan para manejar los recursos metabólicos en las no crisis. El estrés “fuerza” entonces la resiliencia fisiológica y consume la reserva metabólica de cada tejido. Cuando nosotros exponemos a los tejidos a esta constante demanda con poco tiempo para recomponerse, algunos de estos tejidos no podrán simplemente soportar la carga, siendo entonces el comienzo de la disfunción que llegará a ser, si no se le impide, una enfermedad crónica. El coste de sobrevivir a repetidos eventos estresantes es la potencial depleción de las reservas en todos los tejidos. El desafío para el clínico de hoy es medir el estatus del sistema de respuesta al estrés de un individuo y relacionar ese estatus con la presentación clínica de cada individuo. Los objetivos principales del tratamiento de la Medicina del Estrés son el aumento de la resiliencia fisiológica y de la reserva metabólica para hacer frente a las demandas del entorno, así como la regeneración de los tejidos afectados por la respuesta crónica al estrés. La integración de la Medicina del Estrés como base para el manejo y prevención de las enfermedades crónicas comienza a dar sus primeros pasos y se postula como un potencial estandarte en el cambio del abordaje del paciente en la medicina del siglo 21.

Stress is defined as “a disharmonic or compromising state of physiological homeostasis,” that is, of the equilibrium of the internal environment. It is a condition that triggers a specific biological phenomenon that is the “adaptive response to stress.” This response was designed to keep us alive in the face of a physiological challenge or a threat, however, the excessive, prolonged or inadequate regulation of this response to stress has health consequences. There are two important terms that need to be known in relation to the stress response: (1) Homeostasis: which is the physiological state of balance that is sensitive to a variety of both intrinsic and extrinsic stressors (real or perceived); (2) Allostasis: the return to stability through change or after the reaction to stress. The existence of both phenomena, homeostasis and allostasis, require the existence of a metabolic reserve (vitamins, minerals, amino acids, neurosteroids, etc.) that supports the body to have a greater physiological resilience. A failure in the allostasis, can trigger a depletion of the metabolic reserves because, as we said, the response to stress mobilizes resources and changes the metabolic function to face the current demand for survival, with the cost of reducing the storage of material that can cause a metabolic dysfunction in the long term, especially if stress becomes chronic and ends up exhausting all the reserves of the tissues. These metabolic dysfunctions, expressed in the form of chronic diseases, occur because the metabolic resources that have been mobilized to cope with the crisis are controlled by the same metabolic pathways that are used to manage metabolic resources in non-crises. Stress then “forces” the physiological resilience and consumes the metabolic reserve of each tissue. When we expose tissues to this constant demand with little time to recover, some of these tissues will simply not be able to bear the burden, beginning the dysfunction that will become, if not prevented, a chronic disease. The cost of surviving repeated stressful events is the potential depletion of reserves in all tissues. The challenge for today’s clinician is to measure the status of an individual’s stress response system and relate that status to the individual clinical presentation of each individual. The main objectives of the treatment of Stress Medicine are the increase of the physiological resilience and the metabolic reserve to face the demands of the environment, as well as the regeneration of the tissues affected by the chronic response to stress. The integration of Stress Medicine as a basis for the management and prevention of chronic diseases begins to take its first steps and is postulated as a potential standard in the change of the approach of the patient in 21st century medicine.

Paula Martin-Marfil, M.D., MSc